La querida iglesia de muchos

Supongo que muchos de vosotros, al leer el título de este tema, ya sabréis a lo que me estoy refiriendo. Sí, sí, nada más y nada menos que al tema de los niños robados que ahora está saliendo más que nunca a la luz en la tleevisión y en los medios de comunicación. No quiero que nadie se sienta ofendido con lo que estoy escribiendo en esta entrada, pues es simplemente una opinión más, supongo que como la de muchas otras personas, quizás las más sensatas y realistas. Si os dáis cuenta, todo fue provocado, en parte, por esa iglesia a la que muchos de vosotros admiráis de una manera, a mi modo de entender, demasiado espléndida. No quiero decir con esto, ni mucho menos, que la iglesia lo haga todo mal y no tenga ningún mérito, pero está claro que este tipo de personas que se han dedicado a robar niños no lo han hecho bien. Por supuesto que no me olvido de los médicos que también estaban implicados en todo este tema, porque sé que los hay, pero me gustaría subrayar la palabra IGLESIA, ya que muchos, como digo, la calificáis como algo espléndido, y no creo que esto sea espléndido, al menos ese es mi punto de vista.

Y sigue pasando el tiempo

Ya van llegando los meses de verano poco a poco, aún estamos en primavera, pero los días largos y calurosos van llegando, y con ellos nuevas experiencias, nuevas sensaciones... Va llegando, a su vez, la hora de despedirse de esa etapa de la que tanto hablo últimamente en un y otro sitio, de la que tan preocupados estamos muchos de nosotros: Sevilla. Va llegando la hora de que nos demos cuenta de que todo tiene un fin, y que el fin de esta etapa ya está aquí, a la vuelta de la esquina. Hay que ir planteándose mil y una cuestiones para el año que viene. Seguramente me decida por un grado medio de administrativo, porque creo que puede ser una buena opción para mi futuro, y quizás luego pueda meterme así en un grado superior de algo que me pueda llamar verdaderamente la atención. Va llegando, también, la hora de despedirme de todo lo que he tenido en Sevilla, de todos esos amigos, esos profesionales... que han sabido cómo tratar mis diversos problemas, para enfrentarme así a un mundo totalmente desigual, en el que la mayoría de las personas que lo componen, por satisfacción para ellos y desgracia para nosotros, no tienen ninguna discapacidad. Resulta difícil hacerle ver a esta sociedad con todos los problemas que nos podemos encontrar, pero espero que mi vuelta sea lo más amena y sencilla posible.

Lo que estamos viviendo

En esta ocasión no voy a ponerme a hablar sobre mi vida personal, ni sobre mis problemas amorosos, de estudios ni de ningún otro tipo. Em este caso voy a intentar reflejar mi humilde opinión sobre tantas y tantas cosas que se están viviendo en estos tiempos en el Mundo, más concretamente en España.
Es verdad que hemos avanzado mucho desde hace ya bastaqnte tiempo con respecto a todas las guerras que había, es verdad que la discriminación, la injusticia... cada día son menos frecuentes. Pero lo que no comprendo es por qué aún siguen apareciendo en algunos casos, por qué a la gente le gusta dedicarse a hacer daño a los demás... Eo otro día en el telediariop escuché que se había quemado un bosque, y bien, la persona que lo haya hecho, ¿qué es lo que pretendía?. Está claro, muy claro: Hacer daño. Sé que es algo triste de leer, pero es la pura realidad, sí, a mí tampoco me gustaría escribir estas líneas, pero es MI realidad, mi opinión...

Otro tema que también creo que da mucho que hablar es el tema de la crisis y de los parados. Es verdad que hay ocasiones en las que es imprescindible gastar dinero, y que ese gasto de dinero a su vez puede suponer un buen aumento económico, como por ejemplo la Semana Santa... la cantidad de dinero que habrá que ivertir para pagar a la banda de música, hacer el trono de las procesiones... pero, sin embargo, este dinero se compensa con el dinero que aportamos los ciudadanos en estos días, al ir a tomarnos una cerveza o un trozo de pizza, o simplemente al comprar una bolsa de pipas. Pero hay ocasiones en las que creo que el dinero se gasta tontamente en cosas innecesarias, por lo que creo que es un dinero que se podría dejar ahí para lo que verdaderamente se vea que merece la pena usarlo. Desde hace ya algún tiempo, vengo pensando que todos los políticos, al presentarse a las elecciones, dicen que van a mejorar el país, que van a hacerlo lo mejor que pueden... pero luego, todo se queda en palabras, no en hechos, que es lo que en realidad debería de ser. Ahora pegaría esta frase: "las palabras se las lleva el viento".