viernes, 8 de agosto de 2014

Tan sólo un suspiro



Tan sólo un suspiro
Hola a todos los que me leéis. Perdonadme que tenga un poco abandonado esto de escribir, pero entre que antes no tenía muchas ganas y que ahora no estoy en mi mejor momento... se junta todo.
Veo como el tiempo va pasando cada vez más deprisa, sin ni si quiera darnos tiempo a poder darnos cuenta, a poder observar aquellos momentos que nos hacen estar de una forma o de otra, que son hacen vivir experiencias, sensaciones positivas o negativas y que, en definitiva, hacen que el día a día estemos mejor o peor.

El entorno social en el que nos encontramos es una parte esencial de nuestra autoestima. Depende de si tenemos o no personas con las que compartir nuestras cosas cómo estemos, depende de si tenemos amigos poder sentirnos bien o, por el contrario, tener la sensación de estar excluidos de esta patética sociedad que entre todos estamos creando.  Día a día recibimos mensajes de que lo mejor es creerse superior a los demás y serlo, que lo mejor es no valorar lo que hacen los demás y ser una persona egocéntrica, ir por la vdia con tapujos y mentiras...
Por otra parte, siempre puede aparecer en tu vida esa persona que te haga cambiar, esa persona que te haga sentir bien y que, de alguna manera, te haga creer que vas a ser feliz toda la vida, que todo está bien y que no hay problemas. No es que esto sea mentira, pues en el momento en que estás con esa persona, cuando hablas con ella, cuando la miras, cuando recuerdas todos los momentos que estás viviendo con ella... no hay problemas, todo se vuelve intranscendente y puedes llegar a encontrar el 99% de tu felicidad, porque yo creo que el 100%, la felicidad plena, desgraciadamente, no existe.  Con el tiempo, quizás esa persona a la que has conocido y creías que te haría la vida mucho más sencilla y feliz, desaparece, ya no existe, o e ha ido definitivamente del mundo o bien se ha ido de tu vida. Ahora vienen los malos momentos, ahora vienen las tristezas, los llantos, el olvido... por eso es importante saber realmente lo que sientes por esa persona, tener muy claro si realmente quieres estar coon ella y lo que los dos estáis dispuestos a dar por esa relación. De un suspiro se puede pasar de la felicidad a la tristeza, del amor al odio.
Y me quedo con esta frase porque ayer, en la piscina de mi pueblo, comentaba con una persona realmente querida que, en una película, "Tengo Ganas de ti", los sentimientos pasaban muy rápido del amor al odio, de la tristeza a la alegría... esa persona decía que ella no lo entendía, que creía que debía haber un término medio. Yo creo que, en muchas ocasiones, no hay término medio para ver las cosas, o mejor dicho, nosotros no somos capaces de poner ese término medio. Pasamos de la alegría a la tristeza sin nisiquiera pasar por otros sentimientos que, seguramente, también tengan algo que aportarnos.

Todo esto pasa... En tan un suspiro.

Joaquín Caballero Moral